Sinergias entre el modelo Flipped Classroom y la Autorregulación del Aprendizaje: Estrategias innovadoras para el desarrollo académico y personal

El modelo Flipped Classroom, también conocido como aula invertida, es un enfoque pedagógico que reconfigura la tradicional dinámica de enseñanza en el aula al desplazar la exposición inicial de los contenidos fuera del tiempo y espacio de clase, permitiendo así que el tiempo en el aula se dedique principalmente a actividades de aplicación y resolución de problemas donde el docente está presente y su papel puede ser más activa. Este enfoque implica la grabación y distribución de contenido educativo, como videos, lecturas o podcasts, para que los estudiantes puedan acceder a ellos de manera independiente y autónoma antes de la sesión presencial. La esencia del modelo radica en transferir cambiar los espacios y tiempos para optimizar tanto la enseñanza como el aprendizaje, fomentando así la participación activa, el compromiso y la autorregulación del aprendizaje. Al acceder al contenido fuera del aula, los estudiantes tienen la oportunidad de avanzar a su propio ritmo, revisar el material según sea necesario y prepararse adecuadamente para participar en actividades más interactivas y colaborativas durante la clase. Por otro lado, el aprendizaje autorregulado se refiere al proceso mediante el cual los estudiantes son capaces de dirigir y controlar conscientemente sus propios procesos cognitivos, afectivos y conductuales durante el proceso de aprendizaje con el fin de alcanzar metas específicas de aprendizaje. Este enfoque implica la capacidad de establecer metas de aprendizaje, planificar estrategias de estudio, monitorear el progreso, regular la atención y la motivación, así como evaluar y reflexionar sobre el propio desempeño académico. En el contexto del modelo Flipped Classroom, el aprendizaje autorregulado adquiere una relevancia particular, ya que los estudiantes asumen un papel activo y autónomo en el proceso de adquisición de conocimiento.